Joven en Medio de la Vejez (Nota Periodística)

Joven Cucuteño que vivió y trabajo en un ancianato de la ciudad de Cúcuta durante mas de cinco años, su edad eran quince en ese momento, hoy a sus veintiocho años lo recuerda como si hubiese sido  ayer. 

Lindarte, Joaquín y Gregorio fueron sus amigos mas cuerdos dentro de este lugar, cuidaba y compartía con mas de cien ancianos entre hombres y mujeres de los que recibía buen consejo y una visión diferente del mundo a diario.

Bañarlos, vestirlos, organizarlos y alistarlos para darles sus alimentos y organizar sus dormitorios eran sus tareas diarias. Al iniciar, su primer pensamiento fue "asqueroso y no quiero trabajar aquí".
Pero al recordar que su familia dependía de que él trabajara y la oportunidad de estudiar le mostraron que podía con esto, conforme pasaron los días apreciaba mas su trabajo y lo que allí hacia.

Nos cuenta lo triste que es ver a un anciano sin familia, enfermo y solo en un lugar como este. "Aunque no es nada del otro mundo ver ancianos, vivir con ellos y para ellos transformo mi vida y corazón", nos dice con una sonrisa en su rostro.
 
Conoció el dolor de ancianos con incontinencia, Alzheimer, Cáncer y con enfermedades donde su cuerpo se veía además de deteriorado con llagas y heridas, personas a las que sus familiares los abandonaron en un hospital o simplemente en la calle y que las personas de este ancianato recogían y les brindaban apoyo y hogar.

Cuenta que cuando llego al ancianato logro sentir la soledad de estos ancianos y se juro nunca abandonar a un familiar en su vejes. 
Nos cuenta una de sus historias mas conmovedoras, donde logro abrazar a un anciano que nunca se dejo abrazar por ningún otro colaborador de este lugar. 

El anciano era sordo mudo, sin muelas y con solo dos dientes, aunque movía sus pies y manos no podía caminar por que estaban torcidos por alguna enfermedad, vivía de mal humor y paliaba con todos y hasta con la comida. "Era frustrante verlo sentirse impotente y tan amargado".
Una mañana cuando se disponía el joven a bañarlos noto que este anciano estaba mas bravo que siempre, se acerco a ver que necesitaba y él le lanzo un poco de excremento, el joven salió de allí a ducharse y lo dejo solo, pero no comprendía por que actuaba de esta forma el anciano.

Decidió observarlo y analizarlo para así poder ayudarlo como el se lo merecía, noto que debido a que no tenia muelas para masticar era que el paliaba con la comida y le empezó a organizar la comida de forma adecuada, pensando en por que el anciano le lanzo excremento noto que se frustraba al no poder ir al baño y no le gustaba el pañal.

Al observar que el anciano ya comía a gusto y no se veía paliando, entendió que debía acompañarlo y hacer su vida mas simple, lo acompañaba al baño cuando el le indicaba y le dedicaba un poco de tiempo especial para atenderlo en sus cosas. Antes de morir y después de unos años este anciano abrazo a este joven, apretó su mano con un sentimiento que no sabe describir y hay fue donde reforzó lo que hoy nos dice este joven.

Observar, analizar y comprender a nuestros abuelos o familiares ancianos les dará la vejes que ellos merecen ya que sus vidas son como las nuestras solo que con menos fuerzas en un cuerpo agotado por las enfermedades.

Al vivir en un ancianato la vida se hace diferente y especial, este joven con tan solo quince años con visión de ayudar a su familia  acepto vivir en uno y aprendió a comprender la vida desde la perspectiva de un anciano, hoy día estudia, trabaja y cuida de su familia tal y como quiere ser cuidado en su vejes.

Invita a comprender y amar a los ancianos, promete que en un futuro ayudara o construirá un lugar donde los ancianos abandonados puedan sentirse bien y dichosos de llegar allí.

Foto tomada y editada por  ZarzaCreativa

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